Generalitat - Archivo del Reino
Generalitat
Fechas extremas: 1403-1718
Libros: 5.023
La Diputació del General o Generalitat fue uno de los organismos forales por excelencia. Las circunstancias de su origen son suficientemente conocidas. La política exterior de Pedro IV le obligó a recurrir constantemente al auxilio de sus súbditos reunidos en Cortes. La reiteración de estas peticiones y la recaudación de las ayudas aprobadas por los estamentos convirtieron poco a poco en permanente el organismo estamental que, nombrado por los brazos de las Cortes, se encargaba de recaudar y gestionar los donativos a base de generalitats, impuestos que gravaban determinadas mercancías en su fabricación, entrada y salida, compra y consumo, por lo general arrendados en subasta pública.
La institución tuvo un importante empuje desde las Cortes de Monzón de 1362-63.Su actuación inicial a fines del siglo XIV con predominante carácter de delegación permanente de las Cortes, se transformó progresivamente en la de una institución representativa y permanente, que a sus originarias funciones financieras añadió pronto otras de índole política y social. Su existencia se consolidó durante el reinado de Martín I, aunque su reconocimiento legal se aplazó hasta que en 1418 Alfonso V la otorgó una organización estable. Desde entonces, de hecho o de derecho, la Diputación del General, un organismo técnico encargado de la recaudación y gestión de las generalidades y donativos ofrecidos al monarca y del pago de las pensiones de los censales emitidas para su financiación, ocupó un papel central en la vida política y económica del reino.
Al frente de la Diputación estaban tres diputados, elegidos uno por cada brazo o estamento, que junto con otros oficiales, nombrados por los estamentos, garantizaban su funcionamiento administrativo. Tras la derrota de Almansa, la Generalidad fue abolida y todas sus rentas pasaron al Superintendente de la Real Hacienda, subsistiendo sólo de nombre hasta 1718, cuando sus competencias pasaron finalmente a los intendentes.
La primera referencia conocida del archivo de la Generalidad data de 1476, año en el cual se sintió la necesidad de organizarlo, para lo cual se dispuso la fabricación de un gran armario en el que se custodiaran los libros y papeles de la Diputación, que ya no cabían en los antiguos cofres dispuestos al efecto. Desde entonces, el archivo de la Generalidad se halló en la Casa del mismo nombre, pero al ser trasladado a este edificio la Audiencia Territorial, los fondos pasaron en 1845 al Archivo General del Reino de Valencia. Durante cerca de cuatro siglos, el archivo de la Generalidad se había mantenido en su lugar de origen, sin alteraciones de importancia. Por esta razón, y por el hecho de disponer de un local suficiente y acondicionado, se ha conservado por lo general en buen estado y casi completo.
En el conjunto de su documentación, puede distinguirse la orgánica (que recoge las ordenaciones aprobadas en las Cortes para su funcionamiento, los acuerdos sobre problemas políticos, administrativos y económicos, provisiones y memoriales, nombramientos y credenciales a los colectores de impuestos, las cartas sobre elección de diputados, informes sobre el estado de la ciudad y reino) y la documentación económica o contable (capítulos u ordenanzas para el arrendamiento de las generalidades, los libros de cuentas y la documentación judicial sobre el ámbito de su competencia).
Como en otras secciones del ARV cuya clasificación e inventario se realizó a fines del siglo pasado, las series documentales se relacionan alfabéticamente. Dentro de cada serie se ordenan cronológicamente. No obstante, en algunas series se han formado subseries ordenadas toponímicamente, o bien se han dejado para el final de la serie los volúmenes de tipo general o indiferenciado.